El centro de menores de Valencia no da abasto

El Centro de Recepción de Menores de Valencia, con 48 plazas previstas, acoge a casi el doble de chavales, según han denunciado los trabajadores. "En las habitaciones duermen cuatro menores en literas y dos en el suelo con colchones; si alguno necesita levantarse por la noche ha de salir pisando a los que están en el suelo", aseguró ayer Francisco Chapa, trabajador del centro, "la saturación es tan grave que los menores han de dormir en la sala de televisión, utilizando cojines de los sillones".
La Consejería de Bienestar Social reconoció la masificación del centro pero negó rotundamente que ningún menor duerma con colchones en el suelo. "Solo de manera puntual hemos habilitado camas en alguna dependencia del centro y algunas habitaciones individuales han pasado a ser dobles", aseguraron desde la consejería que dirige Juan Cotino.
El diario gratuito 20 minutos desveló ayer la masificación del centro, que los trabajadores califican de "crónica" desde que entró en funcionamiento: "Ya es imposible trabajar. No caben".
"La capacidad técnica es para 48 menores y este año no hemos bajado de 70", denuncia una trabajadora que no quiere aparecer con su nombre. "Nuestra labor educativa está reducida a cero, simplemente a que no se maten y respeten la higiene; lo malo es que cumplirán 18 años y ser verán en la calle".
Una masificación que reconoce Bienestar Social, pero la limita a una situación puntual. "En algunos momentos del año se produce un aumento de los ingresos de menores", afirman fuentes de la consejería que dirige Juan Cotino, y recuerdan que recientemente la fiscalía de Menores les envió de golpe a 22 chavales. Explican que el centro de Monteolivete es un centro de primera acogida para cuando llegan los menores, en su mayoría extranjeros sin papeles. Y cuando se analiza su situación se les reasigna a alguno de los 88 centros de residencia existentes en la Comuniad Valenciana.
Desde Bienestar Social aseguran que en enero se inaugurará el Centro de Recepción de Menores de Castellón y que ahora se está estudiando la puesta en marcha de otro centro en Valencia. Pero insisten en que los niños están "perfectamente atendidos y no duermen en el suelo".
Punto que desmienten los trabajadores. "Las habitaciones empezaron con dos camas, luego pusieron una cama y una litera, luego pasaron a dos literas, y ahora hay dos colchones en el suelo de cada habitación". La masificación llega a los servicios, ya que los casi 80 menores tienen que compartir cuatro retretes. Y los grupos educativos también se ven afectados: "Los fines de semana un solo educador tiene que hacer frente a 37 menores". Esta situación les hace temer que caigan en la marginación y en la delincuencia. En el centro solo hay un par de españoles. "La mayoría son marroquíes y últimamente ha habido una avalancha de argelinos".

FUENTE: www.elpais.com