La mitad de los jóvenes serían pobres si se independizaran
Un estudio pone de manifiesto el riesgo de exclusión social de muchos españoles entre 26 y 35 años. De 0 a 16 años, uno de cada cuatro vive en situación de pobreza moderada.
Casi la mitad de los jóvenes españoles de 26 a 35 años que viven con sus padres serían pobres si se emanciparan, lo que supondría multiplicar por cuatro la tasa de pobreza existente en la actualidad en esta franja de edad.
Los datos se desprenden del informe de la inclusión social en España 2008, de la Obra Social Caixa de Catalunya, en el que, por primera vez, se analiza la evolución de la capacidad adquisitiva teniendo en cuenta los diferentes ciclos de vida de la población.
Entre los jóvenes emancipados que se encuentran en dicha franja de edad, el riesgo de pobreza es sólo de un 12,5%. Sin embargo, se estima que si los jóvenes que aún permanecen en casa de sus padres se emanciparan, un 45% de ellos pasarían a engrosar las estadísticas de personas que viven en dicha situación. Aún más grave sería si decidieran vivir en pareja, con un hijo y con sólo un sueldo de uno de los dos miembros. Ese caso dispararía los niveles de pobreza hasta un 81%.
Las cifras revelan una situación hipotética. España tiene una de las tasas de pobreza juvenil más bajas de Europa, lo que se explica por el hecho de que no abandonan el hogar familiar hasta edades muy tardías. Cuatro de cada diez personas entre 26 y 35 años aún viven con sus padres. En la mayoría de países de Europa, sobre todo los nórdicos, como Suecia o Finlandia, la pobreza se concentra precisamente en las edades de emancipación de los jóvenes; es decir, hasta los 35 años.
Menores en la pobreza
En España, donde una de cada diez personas vive en situación de pobreza, la exclusión social se concentra en los dos extremos del ciclo vital, los menores de 16 años y los mayores de 65. Los primeros sufren una tasa de pobreza moderada del 24%, lo que les convierte en uno de los colectivos con mayor riesgo. Este tipo de pobreza, aquella que sufren las familias que cobran el 60% de la media de ingresos (6.347 euros anuales), afecta también al 31% de los mayores de 65 años.
En los casos de pobreza severa, que se da cuando los hogares disponen sólo de unos 3.000 euros anuales, son también los más jóvenes los principales afectados, con un 5,4%, frente a un 1,9% de los ancianos.
Peor en la familia «tradicional»
Las familias en las que el padre tiene un empleo y la madre se dedica al trabajo del hogar, llamadas «tradicionales» en el estudio de Caixa Catalunya, tienen un mayor índice de pobreza que las familias monoparentales. Mientras que en el primer caso la falta de recursos alcanza al 34%, en las familias formadas por madre trabajadora e hijos a cargo la cifra desciende hasta el 28%. Además, el 26% de los hogares con hijos de 6 a 15 años son pobres. El 12% de los niños de esta edad viven en familias con menos de 4.200 euros al año.
Los datos se desprenden del informe de la inclusión social en España 2008, de la Obra Social Caixa de Catalunya, en el que, por primera vez, se analiza la evolución de la capacidad adquisitiva teniendo en cuenta los diferentes ciclos de vida de la población.
Entre los jóvenes emancipados que se encuentran en dicha franja de edad, el riesgo de pobreza es sólo de un 12,5%. Sin embargo, se estima que si los jóvenes que aún permanecen en casa de sus padres se emanciparan, un 45% de ellos pasarían a engrosar las estadísticas de personas que viven en dicha situación. Aún más grave sería si decidieran vivir en pareja, con un hijo y con sólo un sueldo de uno de los dos miembros. Ese caso dispararía los niveles de pobreza hasta un 81%.
Las cifras revelan una situación hipotética. España tiene una de las tasas de pobreza juvenil más bajas de Europa, lo que se explica por el hecho de que no abandonan el hogar familiar hasta edades muy tardías. Cuatro de cada diez personas entre 26 y 35 años aún viven con sus padres. En la mayoría de países de Europa, sobre todo los nórdicos, como Suecia o Finlandia, la pobreza se concentra precisamente en las edades de emancipación de los jóvenes; es decir, hasta los 35 años.
Menores en la pobreza
En España, donde una de cada diez personas vive en situación de pobreza, la exclusión social se concentra en los dos extremos del ciclo vital, los menores de 16 años y los mayores de 65. Los primeros sufren una tasa de pobreza moderada del 24%, lo que les convierte en uno de los colectivos con mayor riesgo. Este tipo de pobreza, aquella que sufren las familias que cobran el 60% de la media de ingresos (6.347 euros anuales), afecta también al 31% de los mayores de 65 años.
En los casos de pobreza severa, que se da cuando los hogares disponen sólo de unos 3.000 euros anuales, son también los más jóvenes los principales afectados, con un 5,4%, frente a un 1,9% de los ancianos.
Peor en la familia «tradicional»
Las familias en las que el padre tiene un empleo y la madre se dedica al trabajo del hogar, llamadas «tradicionales» en el estudio de Caixa Catalunya, tienen un mayor índice de pobreza que las familias monoparentales. Mientras que en el primer caso la falta de recursos alcanza al 34%, en las familias formadas por madre trabajadora e hijos a cargo la cifra desciende hasta el 28%. Además, el 26% de los hogares con hijos de 6 a 15 años son pobres. El 12% de los niños de esta edad viven en familias con menos de 4.200 euros al año.
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