El 33% de los internados en centros de reforma juvenil son extranjeros
El 33 por ciento de los menores internados en centros de reforma españoles son extranjeros, según datos presentados hoy en unas jornadas sobre delincuencia juvenil, cuyos ponentes han denunciado la falta de previsión y la "hipocresía" para afrontar el problema.
Julia Hernández Vallés, adjunta al Defensor del Pueblo del País Vasco (Ararteko), ha dicho que, en cuestión de menores, "todo el mundo firma unos convenios muy bonitos pero asistimos a una regresión en materia de derechos fundamentales" porque "prevalece la condición de inmigrante sobre la de menor".
A los jóvenes inmigrantes "les vendemos una calidad de vida" que tendrían en los países desarrollados "y es lógico que arriesguen lo único que tienen, que es la vida", ha añadido.
Hernández Vallés ha criticado las medidas políticas que son "meras declaraciones de intenciones" y la hipocresía de la sociedad occidental, que definió como "de nuevos ricos" que solo se conmueven ante la muerte masiva de inmigrantes como la registrada recientemente en un cayuco detectado por Mauritania.
Ha abogado por una nueva legislación protectora de los menores no acompañados que llegan a España, porque una vez aquí, acaban constituyendo una tercera parte de los internados en centros de reforma juvenil.
También ha denunciado la mala planificación que impidió prever la llegada masiva de menores de edad y la consiguiente saturación que tienen ahora los centros de acogida a inmigrantes.
El fiscal Luis Fernández Arévalo, coordinador del Servicio de Extranjería de la Fiscalía de Sevilla, ha discrepado con Vallés y ha afirmado que "el sistema de protección en España resiste la prueba del algodón respecto a cualquier país de Europa o del mundo".
No obstante, ha criticado la falta de datos sobre los menores sometidos a reeducación por parte de todas las comunidades autónomas, como administraciones públicas responsables del tema, por lo que les pidió que lo hagan "públicamente y con transparencia".
Fernández Arévalo coincidió en que aproximadamente el 33 por ciento de los internados en centros de menores de España son extranjeros y advirtió de que, respecto a las cárceles para adultos, en el año 2015 los foráneos supondrán el 50 por ciento de su población total.
Ha asegurado que los extranjeros eran solo el 3,3 por ciento de la población reclusa en el año 1966, pasaron al 16,7 por ciento en el año 1990, al 19,9 por ciento en 2000 y previsiblemente este año superen el 33 por ciento.
Emilio Calatayud, juez de Menores de Granada, ha intervenido en este taller dedicado a la criminalización de la delincuencia juvenil y de las minorías étnicas pero se ha centrado en la responsabilidad de los padres para evitar la delincuencia juvenil.
Ha destacado que uno de los problemas de la delincuencia juvenil son "los padres que no ejercen como tales y se han convertido en amigos de sus hijos", por lo que ha abogado por imponer algún tipo de sanción a aquellos padres que "no cumplan con sus obligaciones".
Calatayud ha señalado que siempre que un menor llega al juzgado "pasa algo en su familia" y el 80 por ciento de los chicos delincuentes presenta fracaso escolar, de ahí la importante labor preventiva de la escuela.
Julia Hernández Vallés, adjunta al Defensor del Pueblo del País Vasco (Ararteko), ha dicho que, en cuestión de menores, "todo el mundo firma unos convenios muy bonitos pero asistimos a una regresión en materia de derechos fundamentales" porque "prevalece la condición de inmigrante sobre la de menor".
A los jóvenes inmigrantes "les vendemos una calidad de vida" que tendrían en los países desarrollados "y es lógico que arriesguen lo único que tienen, que es la vida", ha añadido.
Hernández Vallés ha criticado las medidas políticas que son "meras declaraciones de intenciones" y la hipocresía de la sociedad occidental, que definió como "de nuevos ricos" que solo se conmueven ante la muerte masiva de inmigrantes como la registrada recientemente en un cayuco detectado por Mauritania.
Ha abogado por una nueva legislación protectora de los menores no acompañados que llegan a España, porque una vez aquí, acaban constituyendo una tercera parte de los internados en centros de reforma juvenil.
También ha denunciado la mala planificación que impidió prever la llegada masiva de menores de edad y la consiguiente saturación que tienen ahora los centros de acogida a inmigrantes.
El fiscal Luis Fernández Arévalo, coordinador del Servicio de Extranjería de la Fiscalía de Sevilla, ha discrepado con Vallés y ha afirmado que "el sistema de protección en España resiste la prueba del algodón respecto a cualquier país de Europa o del mundo".
No obstante, ha criticado la falta de datos sobre los menores sometidos a reeducación por parte de todas las comunidades autónomas, como administraciones públicas responsables del tema, por lo que les pidió que lo hagan "públicamente y con transparencia".
Fernández Arévalo coincidió en que aproximadamente el 33 por ciento de los internados en centros de menores de España son extranjeros y advirtió de que, respecto a las cárceles para adultos, en el año 2015 los foráneos supondrán el 50 por ciento de su población total.
Ha asegurado que los extranjeros eran solo el 3,3 por ciento de la población reclusa en el año 1966, pasaron al 16,7 por ciento en el año 1990, al 19,9 por ciento en 2000 y previsiblemente este año superen el 33 por ciento.
Emilio Calatayud, juez de Menores de Granada, ha intervenido en este taller dedicado a la criminalización de la delincuencia juvenil y de las minorías étnicas pero se ha centrado en la responsabilidad de los padres para evitar la delincuencia juvenil.
Ha destacado que uno de los problemas de la delincuencia juvenil son "los padres que no ejercen como tales y se han convertido en amigos de sus hijos", por lo que ha abogado por imponer algún tipo de sanción a aquellos padres que "no cumplan con sus obligaciones".
Calatayud ha señalado que siempre que un menor llega al juzgado "pasa algo en su familia" y el 80 por ciento de los chicos delincuentes presenta fracaso escolar, de ahí la importante labor preventiva de la escuela.
1 comentario:
Conozco la mayor parte de los centros de Madrid, y aquí por lo menos no se ve prácticamente ningún menor que sea español "de origen" a no ser por los gitanos. Sólo en los Rosales hay alguno más, ya que este es el centro para delitos más graves.
Publicar un comentario