Bienestar comunica que no tiene más sitio para los menores inmigrantes
Solo dos meses después de inaugurar la segunda unidad de primera acogida para menores de Asturias, ambos alojamientos están ya saturados. De hecho, algunos de los jóvenes que residen en el Materno-Infantil tienen que dormir en un colchón en el suelo por falta de somieres y en el Fundoma no queda espacio disponible. La Administración regional asegura que la llegada de adolescentes extranjeros no acompañados es constante y que los centros no tienen capacidad suficiente para dar respuesta a las necesidades actuales. Así, la Consejería de Bienestar Social ha notificado esta situación a la fiscalía y además busca un edificio en el que habilitar un tercer recurso.
A este problema se suman las reiteradas quejas del personal que desde hace más de un año y medio denuncia las deficiencias existentes en las instalaciones del Materno-Infantil. Entre otros defectos, apuntan a que los armarios siguen sin barras para las perchas y sin puertas, que las duchas no disponen de barras para las cortinas y que en muchas ocasiones ni siquiera funcionan, que las ventanas están estropeadas, el mobiliario viejo...
EL COLAPSO Solo en el Materno-Infantil llegaron a tener alojados el pasado fin de semana hasta a 19 chavales --ayer había 18-- cuando su capacidad máxima es de 16. También el Fundoma está lleno. Ante esta situación, la Consejería de Bienestar Social se puso en contacto con la fiscalía y le comunicó que los equipamientos públicos estaban colapsados y que no están en condiciones de seguir recibiendo a más jóvenes. El Gobierno regional piensa que la apertura del segundo equipamiento, el del Fundoma, a mediados del mes de enero, ha animado a más menores extranjeros no acompañados a trasladarse a Asturias y que ese es el motivo de que los dos centros estén saturados.
Sin embargo, existen otras explicaciones para esta situación. Por ejemplo, el hecho de que estos adolescentes lleguen a pasar meses en las unidades de primera acogida, cuando el tiempo máximo legal es de 45 días. Después de mes y medio, el sistema debería ofrecerles otro alojamiento. La causa está en las demoras en la tramitación de la documentación, retrasos que generan situaciones de indefensión sobre todo a los menores que están a punto de cumplir los 18 años.
Al margen de estos problemas con la documentación, la Consejería de Bienestar asume que tiene ofrecer soluciones. Fuentes de la administración señalaron ayer que ya están buscando un edificio en el que habilitar una tercera unidad de primera acogida. En principio, todavía no han determinado si este alojamiento tendrá carácter definitivo o si solo permanecerá abierto mientras dure la actual saturación.
El único dato que ha trascendido sobre este nuevo centro es que el Instituto de la Infancia está buscando algún inmueble situado fuera de Oviedo. La idea es que esté en buenas condiciones para inaugurarlo en cuestión de días.
A este problema se suman las reiteradas quejas del personal que desde hace más de un año y medio denuncia las deficiencias existentes en las instalaciones del Materno-Infantil. Entre otros defectos, apuntan a que los armarios siguen sin barras para las perchas y sin puertas, que las duchas no disponen de barras para las cortinas y que en muchas ocasiones ni siquiera funcionan, que las ventanas están estropeadas, el mobiliario viejo...
EL COLAPSO Solo en el Materno-Infantil llegaron a tener alojados el pasado fin de semana hasta a 19 chavales --ayer había 18-- cuando su capacidad máxima es de 16. También el Fundoma está lleno. Ante esta situación, la Consejería de Bienestar Social se puso en contacto con la fiscalía y le comunicó que los equipamientos públicos estaban colapsados y que no están en condiciones de seguir recibiendo a más jóvenes. El Gobierno regional piensa que la apertura del segundo equipamiento, el del Fundoma, a mediados del mes de enero, ha animado a más menores extranjeros no acompañados a trasladarse a Asturias y que ese es el motivo de que los dos centros estén saturados.
Sin embargo, existen otras explicaciones para esta situación. Por ejemplo, el hecho de que estos adolescentes lleguen a pasar meses en las unidades de primera acogida, cuando el tiempo máximo legal es de 45 días. Después de mes y medio, el sistema debería ofrecerles otro alojamiento. La causa está en las demoras en la tramitación de la documentación, retrasos que generan situaciones de indefensión sobre todo a los menores que están a punto de cumplir los 18 años.
Al margen de estos problemas con la documentación, la Consejería de Bienestar asume que tiene ofrecer soluciones. Fuentes de la administración señalaron ayer que ya están buscando un edificio en el que habilitar una tercera unidad de primera acogida. En principio, todavía no han determinado si este alojamiento tendrá carácter definitivo o si solo permanecerá abierto mientras dure la actual saturación.
El único dato que ha trascendido sobre este nuevo centro es que el Instituto de la Infancia está buscando algún inmueble situado fuera de Oviedo. La idea es que esté en buenas condiciones para inaugurarlo en cuestión de días.
18/03/2008 SUSANA D. MACHARGO en http://www.lavozdeasturias.es/
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