7/2/08

Las redes que utilizan a menores serán acusadas en su país de asociación ilícita

La Policía rumana y la española trabajan codo con codo para combatir la delincuencia «importada» por los grupos criminales de aquel país. Fuentes de la Embajada de Rumanía en España confirmaron a ABC que su Policía está intentado que, a través de los informes de sus colegas españoles, la Fiscalía rumana pueda acusar de asociación ilícita a quienes integran estos grupos. Incluso, en los últimos días ha habido reuniones entre representantes del Ministerio del Interior y la Jefatura Superior de Policía de Madrid -cuya demarcación es la más afectada por este tipo de delincuencia- para ultimar el protocolo de actuación.
El caso más grave es el de aquellos que obligan o incentivan a grupos de menores -muchos de ellos, sus propios hijos- a salir cada mañana a la calle para delinquir o mendigar. «Existen ocho grupos de menores vigilados en Madrid, con unos siete u ocho integrantes por cada uno», precisaron las fuentes consultadas por este periódico. Se ha llegado incluso a detectar a niños de siete años dedicados a robos al descuido y al pie de cajeros automáticos.
Normalmente, son gitanos -el 70 por ciento de los rumanos delincuentes detectados son de esa etnia-, de la zona de Tandarei, al sur del país. Estas redes utilizan a menores de catorce años, aprovechando que, según la legislación vigente, son inimputables. Cuando son detenidos, se les ingresa en centros de menores, pero, a los dos días, están de nuevo en la calle, y vuelta a empezar.
La polémica Cañada Real Galiana, situada a las afueras de Madrid, es uno de los puntos donde residen. En la Embajada calculan que la colonia de gitanos rumanos en ese asentamiento es de un centenar, pero, probablemente, sean bastantes más.
Aumento de la delincuencia
Sin duda, lo que más preocupa es la creciente delincuencia de los menores de edad. Hay ejemplos, como el de Stan G., de 12 años, acusado del robo de 300 euros a las puertas de un banco. Su «modus operandi» obedece, normalmente, a la pura picaresca. Se apostan junto a una persona que esté sacando dinero de un cajero automático. Se acerca un grupo de niños con una carpeta en la mano, simulando que recogen firmas para una organización, por ejemplo, de sordos. Y, en el momento en que el cliente del banco ya ha marcado su número secreto, aprovechan la confusión para pedir 300 euros al cajero, que se los llevan rápidamente.
«Son muy listos. Pasan en España los meses que transcurren desde el inicio de la primavera hasta que termina el verano -indican fuentes policiales-. Cuando acaba la temporada turística, en septiembre u octubre, regresan a Rumanía, hasta el año siguiente».
Sobre los «patriarcas» de estos grupos, la mayoría son sus propios padres. «En algunos casos suman hasta siete u ocho condenas». En España, por nuestro ordenamiento jurídico, es muy difícil que puedan ser condenados por asociación ilícita, pero sin embargo en Rumanía esa posibilidad es mucho más factible. De ahí que se quiera aprovechar al máximo esa posibilidad.
En cuanto al número de rumanos llegados a España tras la entrada de ese país en la Unión Europea, la Embajada calcula que no han sido más de 4.000, por lo que en ningún caso se puede afirmar que se haya producido la avalancha pronosticada por algunos.
Publicado en www.abc.es 4/02/08

No hay comentarios: