¿NUEVAS E INNOVADORAS MEDIDAS EDUCATIVAS? A ver al Papa por dejar de ser chicos malos
Tiene 17 años y cumple una pena en régimen abierto en un centro de la Comunidad. Luis Miguel es uno de los 17 menores que han viajado tres días a Roma con la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor de la Comunidad y afirma que sólo fue consciente de que debía "cambiar de vida" cuando cruzó la puerta del centro y cayó en la cuenta "del daño que estaba haciendo" a su familia.
Su caso no es el único. En la actualidad, el Gobierno Regional cuenta con un centro de régimen abierto para 14 menores, 7 centros para 294 chicos en situación de encierro, otros 8 edificios con 200 plazas en régimen semiabierto y uno para 33 chavales cuya medida judicial es terapéutica.
Un viaje-recompensa
Una representación de todos ellos ha sido guiada a Roma como recompensa por el trabajo bien hecho. Durante los tres días que se ha prolongado su estancia, los chicos visitaron los emblemas culturales de la ciudad y fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI el miércoles en el Vaticano.Como Luis Miguel, todos los inquilinos de centros de reforma han cometido uno o más delitos en algún momento de su infancia y, tras ser enjuiciados, cumplen con la sentencia y se comprometen a iniciar "una nueva vida".
Para él, ésta comenzó cuando empezó un módulo de mecánica para motociclismo. Ha descubierto su vocación y está decidido a terminar su formación para empezar a buscar trabajo.
Luis Miguel invita a los jóvenes en su situación a "que se paren a pensar en su familia, en la gente que los quiere y en sí mismos" para abandonar la delincuencia y "hacer una vida normal".
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